“Las niñas, mujeres y disidencias que crecemos en dispositivos de cuidado sufrimos desigualdades y brechas de género, que reducen nuestra vida a tareas de cuidado y limitan nuestras posibilidades de desarrollarnos plenamente”.
El Estado debe garantizar que vivamos en espacios inclusivos y en los que respeten nuestros deseos y proyectos sin encasillarnos en un estereotipo.
La difusión de la ESI en Hogares es clave para que respetemos las elecciones de género y sexualidad de nuestros pares, como así también aprendamos sobre nuestro propio cuerpo y entendamos nuestras emociones.
Según la Ley Micaela, todos los espacios que nos cuidan tienen que adaptarse y prepararse para acompañarnos desde una perspectiva de derechos. No pueden discriminarnos o expulsarnos por motivos de género.
Queremos vivir sin desigualdad, sin discriminación
Tenemos derecho a crecer libres de violencias.
Esta pieza fue creada en el contexto del aislamiento por la pandemia COVID-19, con el apoyo de UNICEF Argentina.